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domingo, noviembre 24, 2013

No es país para viejos | Cormac McCarthy


Mandé a un chico a la cámara de gas en Huntsville. A uno nada más. Yo lo arresté y yo testifiqué. Fui a visitarlo dos o tres veces. Tres veces. La última fue el día de su ejecución. No tenía por qué ir, pero fui. Naturalmente, no quería ir. Había matado a una chica de catorce años y os puedo asegurar que yo no sentía grandes deseos de ir a verle y mucho menos de presenciar la ejecución, pero lo hice. La prensa decía que fue un crimen pasional y él me aseguró que no hubo ninguna pasión. Salía con aquella chica aunque era casi una niña. El tenía diecinueve años. Y me explicó que hacía mucho tiempo que tenía pensado matar a alguien. Dijo que si le ponían en libertad lo volvería a hacer. Dijo que sabía que iría al infierno. de sus propios labios lo oí. No sé qué pensar de eso. La verdad es que no. Creía que nunca conocería a una persona así y eso me hizo pensar si el chico no sería una nueva clase de ser humano. Vi cómo lo ataban a la silla y cerraban la puerta. Puede que estuviera un poco nervioso pero nada más. Estoy convencido de que sabía que al cabo de quince minutos estaría en el infierno. No me cabe duda. Y he pensado mucho en ello. Era de trato fácil. Me llamaba sheriff. Pero yo no sabía que decirle. ¿Qué le dices a un hombre que reconoce no tener alma? ¿Qué sentido tiene decirle nada? Pensé mucho en ello. Pero él no era nada comparado con lo que estaba por venir.


Cuando leí La Carretera flipé, Cormac McCarthy me parece un escritor genial. Y este mes era un buen momento para leer No es país para viejos. Aunque ya había visto la peli con el libro he disfrutado más aún.  McCarthy es un autor de frases cortas y directas que hace que estés en tensión en todo momento. Sólo hay una cosa que no me ha gustado de este libro y es que en varias ocasiones no me he enterado muy bien porque ha ocurrido algo. No me puedo explicar mejor porque no quiero destripar el libro pero hay ocasiones donde tú tienes que poner de tu parte. Si quieres leer una trepidante novela esta puede ser una muy buena opción.

sábado, diciembre 26, 2009

La Carretera por Cormac McCarthy


Al despertar en el bosque en medio del frío y la oscuridad nocturnos había alargado la mano para tocar al niño que dormía a su lado. Noches más tenebrosas que las tinieblas y cada uno de los días más gris que el día anterior. Como el primer síntoma de un glaucoma frío empañando el mundo. Su mano subía y bajaba al compás de la preciada respiración. Retiró la lona de plástico y se puso de pie envuelto en aquellas prendas y mantas pestilentes y buscó algún atisbo de luz en el este pero no lo había. En el sueño del que acababa de despertar vagaba por una gruta y el niño lo llevaba de la mano. La luz de los dos bailaba en las húmedas paredes de la roca caliza. Como peregrinos de fábula engullidos y extraviados en las entrañas de una bestia granítica. Humeros de piedra donde el agua goteaba y cantaba. Tañendo sin tregua en el silencio de los minutos de la tierra y sus horas y días y años. Hasta que se hallaban en una enorme estancia de piedra donde había un lago antiguo y negro. Y en la orilla opuesta un ser que levantaba su chorreante boca de gour y miraba hacia la luz con unos ojos tan blancos y ciegos como los huevos de araña. Balanceaba su cabeza a ras de agua como para captar el olor de aquello que no podía ver. Agazapado allí, pálido y desnudo y traslúcido, sus huesos de alabastro grabados en sombra en las rocas que tenía detrás. Sus intestinos, su palpitante corazón. El cerebro que latía dentro de una empañada campana de cristal. La criatura movía la cabeza de lado a lado y luego soltaba un gemido grave y daba media vuelta y dando tumbos se alejaba silenciosamente hacia la noche.


Anda que no llevaba tiempo detrás de este libro. Por fin he tenido la oportunidad de leerlo y he alucinado. En mi vida había leído un libro tan catastrófico, donde es mejor morir que seguir adelante. Cormac McCarthy ha creado una joya literaria donde un padre trata de salvar a su hijo emprendiendo una búsqueda de la salvación sabiendo en todo momento que es solamente una mera ilusión. Un mundo donde casi no existe la luz y abunda la soledad, el frío, la desconfianza, el agua, el miedo y las cenizas… Esta novela fue galardonada con el premio Pulitzer 2007.